Las primeras hojas secas

De vez en cuando en otoño
me tomo tres cuartos
de melancolía
y paseo por Buenos Aires
sin rumbo fijo
ni desmedidas exigencias

por solidaridad
en la estación Pueyrredón
me espera un tango de fondo
y las personas parecen mirarme
como si entendieran
algo que ni siquiera yo
llego a comprender.

De vez en cuando en otoño
me tomo tres cuartos
de melancolía
y al detenerme ante la vida
a mi alrededor
me invade
una satisfacción sublime
que me confirma
que ya cayeron
las primeras hojas secas.

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