Y si fuera una utopía
preguntas
si no existiera tal lugar
Yo digo
que ya van a volver
tus ganas de amar
alguna vez.
De boca y labios
Ahora que leo lo que dejó
y aunque hubiese preferido
que me lo regalara
de boca y labios
creo que pudo más el no poder.
y aunque hubiese preferido
que me lo regalara
de boca y labios
creo que pudo más el no poder.
Evolución de las penas
Después de algunas copas
disfrazando
el fracaso en sopor
sorbiendo la frustración
de la desilusión más cruda
(que es la de la confianza)
diré aquello que
todos saben
pero nadie
se ha atrevido a
decir en voz alta
las penas flotan
y esto nos significa
que no importa
cuánto nos empeñemos en ahogarlas,
ya aprendieron a nadar.
disfrazando
el fracaso en sopor
sorbiendo la frustración
de la desilusión más cruda
(que es la de la confianza)
diré aquello que
todos saben
pero nadie
se ha atrevido a
decir en voz alta
las penas flotan
y esto nos significa
que no importa
cuánto nos empeñemos en ahogarlas,
ya aprendieron a nadar.
De la nada
Pararse frente al bastidor
frente a la hoja vacía
es el abismo
Poder desparramarse
en colores y palabras
el milagro.
Y existe esa proporción áurea
ese momento justo
cuando adentro y afuera se funden
y vuelve a nacer
algo de la nada.
frente a la hoja vacía
es el abismo
Poder desparramarse
en colores y palabras
el milagro.
Y existe esa proporción áurea
ese momento justo
cuando adentro y afuera se funden
y vuelve a nacer
algo de la nada.
Solidaridad
Hoy
padezco por
todas las personas
que se preguntan
qué hay
mejor
que cualquier pasado
y no tienen tus brazos
para contestarse.
padezco por
todas las personas
que se preguntan
qué hay
mejor
que cualquier pasado
y no tienen tus brazos
para contestarse.
Las primeras hojas secas
De vez en cuando en otoño
me tomo tres cuartos
de melancolía
y paseo por Buenos Aires
sin rumbo fijo
ni desmedidas exigencias
por solidaridad
en la estación Pueyrredón
me espera un tango de fondo
y las personas parecen mirarme
como si entendieran
algo que ni siquiera yo
llego a comprender.
De vez en cuando en otoño
me tomo tres cuartos
de melancolía
y al detenerme ante la vida
a mi alrededor
me invade
una satisfacción sublime
que me confirma
que ya cayeron
las primeras hojas secas.
me tomo tres cuartos
de melancolía
y paseo por Buenos Aires
sin rumbo fijo
ni desmedidas exigencias
por solidaridad
en la estación Pueyrredón
me espera un tango de fondo
y las personas parecen mirarme
como si entendieran
algo que ni siquiera yo
llego a comprender.
De vez en cuando en otoño
me tomo tres cuartos
de melancolía
y al detenerme ante la vida
a mi alrededor
me invade
una satisfacción sublime
que me confirma
que ya cayeron
las primeras hojas secas.
Odio su perfume
Odio
su perfume.
Odio
que su perfume se
se
me pegue como una
sanguijuela.
Odio
que la sanguijuela
de
su perfume
se
me incruste en el olfato
como
un diamante.
Odio
su perfume
por
sanguijuela
y
por diamante
pero
me empecino
en
necesitarlo.
En el bolsillo
En el bolsillo izquierdo
tengo dos piezas
de un
rompecabezas
no encajan entre sí
pero juro
que son parte de la
misma imagen
digamos que tengo
en el bolsillo izquierdo
un buen augurio.
tengo dos piezas
de un
rompecabezas
no encajan entre sí
pero juro
que son parte de la
misma imagen
digamos que tengo
en el bolsillo izquierdo
un buen augurio.
Engaños
Quién dijo
que podía caber en sus hojas
quién dejó que creyera
que a través de lo efímero
se puede olvidar
Quién te permitió
ponerme por escrito
y quién nos convenció
de que trazando
palabras
cede el tiempo
que podía caber en sus hojas
quién dejó que creyera
que a través de lo efímero
se puede olvidar
Quién te permitió
ponerme por escrito
y quién nos convenció
de que trazando
palabras
cede el tiempo
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